BATMAN

Bienvenidos un día más a este repaso por aquellas joyas que nos dejó la década de los 80. Hoy vamos a hablar de una película de superhéroes que, en su momento, revolucionó el género y fue la precursora de un movimiento mercantilista conocido como la batmanía, en el que casi cualquier objeto de consumo llevaba el emblema del murciélago en él. Estamos hablando, por supuesto, de Batman. La película se estrenó en 1989, está dirigida por Tim Burton y producida por Jon Peters, y es la primera de una saga de películas protagonizadas por el Señor de la Noche de Gotham, que acabó con el Batman y Robin de 1997 dirigido por Joel Schumacher. Los protagonistas son Michael Keaton, Jack Nicholson, Kim Bassinger, Robert Wuhl, Pat Hingle, Billy Dee Williams, Michael Gough y Jack Palance.

A finales de los 70, la popularidad del personaje estaba menguando tras el éxito de su serie durante los 60. La CBS estaba interesada en producir una película de Batman en el Espacio Exterior, lo que demuestra lo perdidos que estaban los creativos con el personaje. Gracias a Dios, Benjamin Melniker y Michael Uslan adquirieron los derechos del personaje para su explotación cinematográfica en 1979, con la intención de “hacer la versión seria, oscura y definitiva de Batman, de la forma en que Bob Kane y Bill Finger lo concibieron en 1939. Una criatura de la noche; acechando a los criminales en las sombras.” Se les ofreció a Richard Maibaum y Guy Hamilton escribir y dirigir la película, pero ambos declinaron la oferta. Tras llevar la idea a varias productoras sin éxito, puesto que la idea de éstas era mantener el espíritu de la serie de los 60, Uslan decidió escribir un guión titulado “El Regreso de Batman”, en el que plasmaba su visión. En noviembre de ese año, Jon Peters y Peter Guber se unieron a Melniker y Uslan, y entre los cuatro tomaron la decisión de no continuar hasta después del estreno de Superman. Aunque aún no habían conseguido que ningún estudio aceptara el proyecto, decidieron anunciarlo públicamente en la Comic Art Convention de 1980, con un presupuesto estimado de 15 millones de dólares, momento en el que Warner BROS acepta hacerse cargo del mismo.

Tom Mankiewicz, quien también participó en el libreto de Superman, escribió un guión titulado The Batman en junio del 83. En él contaba el origen de Batman y Robin, aparecían el Joker y Rupert Thorne como villanos y Silver St. Cloud era el interés romántico. La inspiración para su guión era, por supuesto, la serie limitada Batman: Strange Apparitions de Steve Englehart y Marshall Rogers, el cual fue contratado para participar en el arte conceptual. Con un guión acabado, se anunció el estreno de la película para mediados del 85 con un presupuesto estimado de 20 millones de dólares. Mankiewicz tenía en mente a un actor desconocido para hacer de Batman, a William Holden en el papel de Gordon, David Niven como Alfred y Peter O’Toole como el Pingüino, a quien el guionista retrató como un gangster con una baja temperatura corporal. Desgraciadamente, Holden murió en el 81 y Niven en el 83, así que no pudimos verlos en esos papeles. Entre los directores que se barajaron para el proyecto, encontramos a Ivan Reitman o Joe Dante. La idea de Reitman era contratar a Bill Murray para hacer de Batman y a Eddie Murphy para el papel de Robin… Agradezcamos que no se llevase a cabo. Nueve guionistas distintos hicieron reescrituras del guión, usando como base el realizado por Mankiewicz hasta que, en 1985, se contrata a Tim Burton tras el éxito de La Gran Aventura de Pee-Wee. Éste le pide a su por entonces novia, Julie Hickson, que haga un nuevo tratamiento de 30 páginas, puesto que Burton pensaba que el guión de Mankiewicz era demasiado exagerado y teatral. El éxito de los comics El Regreso del Caballero Oscuro y La Broma Asesina, reavivaron la intención de Warner de llevar a cabo el proyecto. Burton no era aficionado a los comics, pero le encantó el tono serio y oscuro de ambas historias. En marzo del 86, Warner contrata a Steve Englehart para escribir un nuevo tratamiento de guión, tomando como base su propia historia de Strange Apparitions, en el que aparecen el Joker y Thorne como villanos, más un cameo del Pingüino. También Silver St. Cloud y Dick Grayson aparecían en papeles importantes. Aunque a Warner le gustó el guión, Englehart pensaba que había demasiados personajes, así que decidió eliminar a Dick y al Pingüino en su segundo borrador.

En ese momento, Burton decide llamar a Sam Hamm, aficionado confeso, para escribir el guión. Éste decide no hacer una historia de origen para el personaje, pensando que los flashbacks eran más apropiados para “desvelar el misterio” como parte de la historia. Hamm sustituyó a Silver por Vicki Vale y a Thorne por Carl Grissom, además de dejar la aparición de Dick en un pequeño cameo. Como curiosidad, señalar que en su versión aparecía un Gordon novato de servicio la noche que mataron a los padres de Bruce Wayne, escena que se eliminó, pero que se retomó en Batman Begins. El guión de Hamm obtuvo la aprobación de Bob Kane. Finalmente, tras el éxito de Bitelchús, Warner dio luz verde al proyecto en abril del 88, aunque al principio los fans se sintieron decepcionados cuando se anunció al director y actor escogidos, pensando que el tono sería parecido al de la serie de los 60. Para calmar a los fans, se contrató a Kane como consultor creativo.

Antes de escoger a Keaton para el papel, muchos actores de renombre fueron considerados para el mismo: Mel Gibson, Kevin Costner, Charlie Sheen, Tom Selleck y Pierce Brosnan. Este último rechazó el papel porque no se tomaba en serio a “un hombre que llevaba la ropa interior por encima de los pantalones.” Burton se lo ofreció a Ray Liotta, quien también declinó hacer la prueba. A pesar de la presión del estudio de contratar a una estrella de acción, Jon Peters apoyó la contratación de Keaton, aduciendo que tenía esa “naturaleza tensa y atormentada” característica del personaje. Y así fue. Y los fans mostraron su descontento mandando 50 mil cartas de protesta a Warner. Incluso Bob Kane, Sam Hamm y Michael Uslan no estaban de acuerdo con la elección de Keaton. Pero Burton lo defendió asegurando que la película iba a ser todo lo contrario que la serie de TV y que el actor se había estudiado bien el Dark Knight Returns. Para el papel de Joker se barajaron nombres como Tim Curry, Willem Dafoe, David Bowie, John Lithgow y James Woods. Burton quiso contratar a Brad Dourif, pero el estudio se negó. Y Robin Williams lo intentó con ganas, pero tampoco tuvo suerte. Uslan y Kane tuvieron en mente a Nicholson desde 1980, y este fue quien se llevó el papel, después de que Peters se lo propusiera durante el rodaje de Las Brujas de Eastwick. Para el papel de Vicki Vale se contrató a Sean Young, pero un accidente de hípica justo antes de empezar a rodar la alejó del papel. Tras descartar a Michelle Pfeiffer a petición de Keaton, puesto que en ese momento mantenían una relación y el actor veía raro que también fuesen pareja en la cinta, se optó por Kim Bassinger, la cual podía incorporarse inmediatamente.

La película se rodó en los estudios Pinewood de Inglaterra bajo el mayor de los secretos, llegando a ofrecerle 10 mil libras al publicista de la cinta por una foto de Nicholson caracterizado como el Joker, pero éste los rechazó. También llegaron a robar dos rollos con metraje ya rodado de unos 20 minutos. Según Burton, el rodaje fue una tortura. Hubo continuas reescrituras del guión que no pudo realizar el propio Hamm debido a la huelga de guionistas del 88, así que se les encargó a Jonathan Gems, Warren Skaaren y Charles McKeown, cosa que no hizo mucha gracia a Hamm, que criticó las reescrituras pero culpó al estudio. A Keaton le preocupaba que la identidad secreta de Batman fuera fácil de descubrir y propuso varias ideas a Burton para disfrazar mejor al personaje, entre ellas el uso de lentillas, pero lo único que consiguió fue el hecho de hablar en un tono más bajo cuando hacía de Batman, detalle que retomó Chistian Bale en la trilogía de Nolan. En el clímax original, el Joker iba a matar a Vicki Vale, provocando la venganza de Batman, pero Peters cambió el clímax pidiendo a Anton Furst que construyese un modelo de la catedral de 12 metros para el enfrentamiento final entre Batman y el Joker, cosa que no gustó a Burton e hizo que sobrepasaran el presupuesto. La decisión de contratar a Furst como diseñador de producción vino directamente de Burton, lo que llevó a un perfecto entendimiento entre ambos. La película Brazil de Terry Gilliam fue una de las influencias que usaron Burton y Furst a la hora de recrear Gotham. Furst también diseñó el cartel de la película, con el símbolo de Batman sobre fondo negro.

El diseñador de vestuario Bob Ringwood también tuvo problemas a la hora de dar con el diseño adecuado para el bat-traje. Se optó por un diseño esculpido en látex negro –idea de Burton-, en lugar de lycra o mallas, puesto que el director pensaba que eso no era intimidante. Además, Keaton es un poco claustrofóbico y, al ponerse el traje, se ponía del humor perfecto para interpretar al personaje, según Burton.

Burton contrató a Danny Elfman para componer la música de la película y, para ello, también se leyó El Regreso del Caballero Oscuro. Por otra parte, los productores Peters y Guber querían que Prince y Michael Jackson escribieran las canciones para la cinta, cosa que disgustó a Burton, quien afirmaba que sus películas no eran comerciales como Top Gun. Al final, ambas bandas sonoras fueron comercializadas, la de Elfman y la de Prince, siendo Batman una de las primeras películas en hacer esto.

La película costó 48 millones y recaudó más de 411, convirtiéndola en la primera película basada en un personaje DC con mayor recaudación hasta el estreno de El Caballero Oscuro en 2008. Batman también tuvo buenas críticas, a pesar de ser tachada de demasiado violenta y oscura, y de que Burton estaba más interesado en el Joker y el diseño de producción que en Batman o el argumento de la cinta.

En mi opinión, el Batman de Burton fue una experiencia única para un chaval de 13 años, y una revolución dentro del género de superhéroes. Es una película a la que le tengo especial cariño, a pesar de lo mal que ha envejecido. Sus continuas reescrituras de guión tampoco ayudaron al resultado final, puesto que incluso crea fallos de raccord, pero aún así, me sigue pareciendo una película con una visión muy acertada del personaje, una película que no me canso de revisionar y de lo poco salvable de la primera saga cinematográfica del Hombre Murciélago hasta la llegada de Nolan. Y nada más que añadir, espero que os haya gustado este repaso tanto como a mí. Hasta la próxima.